La agricultura maya representa una forma de vida vinculada a la identidad, la tradición y la religiosidad de sus productores quienes se encargan de producir para generar ingresos a sus núcleos familiares, aún se conserva un legado ancestral durante las varias etapas y momentos de las siembras.
El huerto familiar es el lugar en el que la familia produce animales y productos hortícolas frutales, forrajeros y medicinales e incluso maderables, destinados al consumo directo del hogar, ya sea en el patio, en el jardín, o cualquier terreno que pueda ser atendido por la familia.